27 febrero 2024
El tsunami provocado por el Covid-19 puso al límite del desbordamiento los servicios sociales, que si han sabido sacar adelante la situación en estos difíciles momentos es precisamente gracias a su tesón y vocación de ser útiles a la sociedad, fundamental para mantener el timón con firmeza durante las distintas olas de la pandemia.
Los servicios sociales regionales y las asociaciones del Tercer Sector se encontraron desde marzo de 2020 con una nueva situación. De repente, tenían que atender a personas que jamás habían pensado que iban a necesitar esta ayuda. Aparecieron también nuevas tareas, problemas complejos que nunca se habían planteado. Al mismo tiempo, los profesionales constataban que la crisis sanitaria ha agravado las circunstancias de colectivos vulnerables. La pandemia ha puesto en evidencia carencias que estaban tapadas y los recursos limitados con los que tienen que trabajar estos profesionales esenciales.
Las personas que acudieron por primera vez a los servicios sociales durante la pandemia se sentían en muchas ocasiones frustradas, como si fuera una deshonra tener que pedir ayuda. Eran trabajadores y trabajadoras que, de la noche a la mañana, se habían visto incluidos en un ERTE y se encontraban que su sueldo se había reducido hasta los 425 euros que no llegaban para pagar la hipoteca y llenar la nevera. Los profesionales de Atención Primaria, del tercer sector y los ayuntamientos han tenido que encontrar un enfoque adecuado para que se quitaran de la cabeza esa sensación de sentirse estigmatizados.
Unidos por la vocación de servicio
La vocación de servicio hizo que todas las organizaciones con posibilidad de actuación se movilizaran durante los primeros meses de la pandemia. Los ayuntamientos ayudaron a los bancos de alimentos locales ante el aumento de la demanda. En Yuncos, por ejemplo, pasaron de atender a 94 familias a 204, con casi 700 personas beneficiarias. También cambió el perfil, ya que al principio predominaban los usuarios marroquís, pero con la crisis sanitaria se diversificó.
La alcaldesa de Yeles, María José Ruiz, cuenta que en su Ayuntamiento también se tuvo que poner a repartir alimentos tuvieron entre los vecinos que pasaron apuros durante el confinamiento. Recuerda que se percibía el miedo en el ambiente durante los peores momentos de esta crisis sanitaria.
Desde el Ayuntamiento de Bargas la alcaldesa Isabel María Tornero subraya la gran cantidad de personas voluntarias del municipio que, durante los meses más duros de la pandemia, ofrecieron su ayuda para limpiar las calles y para hacer mascarillas en los momentos de mayor carencia de material.
El papel fundamental del Tercer Sector
Entre las medidas que se han adoptado en materia de servicios sociales, una de las más llamativas ha sido la implantación del Ingreso Mínimo Vital. Esta prestación ha sido un alivio, pero ha tenido inconvenientes, ya sea porque ha habido personas con dificultades que no han podido cumplir con los requisitos o porque la tramitación ha sido demasiado lenta. El papel del Tercer Sector ha sido fundamental para agilizar la respuesta a los problemas derivados de la falta de ingresos en las familias, confirmando que su trabajo no es subsidiario de los servicios sociales públicos, sino complementarios.
Hay que mencionar el despliegue sin precedentes de Cruz Roja, que durante la pandemia incorporó más de 50 nuevos voluntarios en la comarca de La Sagra. Esta organización puso en marcha el plan Cruz Roja Responde para ayudar a conseguir fondos que permitieran dar respuesta a la situación sin poner en riesgo a los voluntarios.
Una parte de su trabajo ha sido la atención a personas mayores que se encontraban solas en los días del confinamiento. “Hemos tenido más de 1.500 llamadas a personas mayores, para estar cerca de ellas y para darles un apoyo social, psicológico, emocional porque la situación de aislamiento social ha incidido, por ejemplo, en las habilidades cognitivas de muchas personas mayores. Ayuda a gestionar la ansiedad que genera esa situación”, comenta Ana Torres, coordinadora de Cruz Roja en Illescas.
Otra de las organizaciones que trabaja sobre el terreno en La Sagra es Save The Children. Ismael El Mimeh, coordinador de la organización, explica que el trabajo de los servicios sociales empieza en la calle, donde captan a los chavales que necesitan ayuda, reticentes siempre a acudir por iniciativa propia a los servicios sociales. Una vez han hecho esta tarea se trabaja en el refuerzo educativo y la formación, para intentar reengancharles al sistema educativo o, al menos, que salgan más preparados al mercado de trabajo. Esa es una de las labores en la que se han volcado con especial esfuerzo durante estos mesesd de pandemia.
¿Y qué pasa cuando todo termine?
¿Qué papel deben jugar los servicios sociales en el momento en el que se mitigue la emergencia sanitaria? Raúl del Viso, gerente de EAPN Castilla-La Mancha, apuesta por su consolidación. Se trata de empleos de mucha rotación y alta temporalidad a pesar de que necesitan una atención constante. En su opinión, hay que apostar por la creación de unos servicios públicos estables y de calidad, no pueden aparecer y desaparecer según las circunstancias.
Una conclusión que se puede sacar de todas estos testimonios es que los ayuntamientos necesitan una estructura fuerte de servicios sociales no solo en situaciones extraordinarias. Carlos Susias, presidente de EAPN Europa, ya abogaba, antes incluso del estallido de la segunda ola de la pandemia por una revisión completa del sistema, dotándolo además de los recursos necesarios. Los sucesivos azotes que el Ayuntamiento ha ido asestando durante estos dos años confirman que es necesario fortalecer los servicios sociales.
Anuario 20/21.Un relato del impacto de la pandemia en los servicios sociales, elaborado por el periodista Jesús Huerta, con el apoyo de la investigación cualitativa realizada en La Sagra por la antropóloga social Elisa Parra, grabación y edición de entrevistas Magdalenas Correa y Emilio Navarro. Mas información.www.creamosfuturo.es
02.07.2024
13.12.2023
10.12.2023
28.11.2022
Esta web con el lema Creamos Futuro se desarrolla en el marco del proyecto "IMPACTO DE COVID-19 EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS DE PROTECCIÓN SOCIAL EN LAS COMUNIDADES MÁS VULNERABLES". Financiado convocatoria IRPF Consejería Bienestar Social, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Simetrías es una Fundación sin ánimo de lucro auditada por Bakertily.Ya somos más de 25 instituciones públicas y privadas participando en el proyecto.
Financiadores:
Colaboradores: